(a veces creemos que Dios nos abandonó)
en el libro de Génesis capítulo 40 nos encontramos con "los sueños del copero y el panadero" la figura principal es José, quien primeramente a sus 17 años es golpeado y vendido como esclavo en Egipto por sus propios hermanos quienes lo envidiaban a más no poder en Egipto lo compra Potifar un empleado del faraón, la esposa de Potifar quiere que José se acueste con ella, como este se niega la mujer lo acusa falsamente que quiso violarla y es mandado a la cárcel.
EN LA CÁRCEL: estando en prisión conoce en la misma celda al copero y al panadero empleados del Rey ambos le piden a José ayudarles a descifrar unos sueños, según la interpretación en tres días el panadero sería colgado de un árbol, en tanto el copero sería liberado y restituido en el cargo de mucha confianza en atender al Faraón, todo sucedió al pie de la letra, pero el día que llegan a traer al copero José le implora que por su cargo y cercanía con el Rey hable por él para que lo liberen de su cautiverio injusto, Que Pasó? el copero se olvidó completamente del favor recibido por José y más aún del favor.
NO ERA EL MOMENTO: si el copero hubiese hablado con el rey por José quizás no le hubiesen hecho caso o dado importancia, pero dos años después el faraón tiene dos sueños que le robaron la paz y urgía quien se los interpretara, es ahí donde el copero se acuerda de José y lo mandan a traer, este logra interpretarlos y le dice al Rey que le vienen 7 años de abundante cosecha y luego 7 años de hambruna que deben almacenar comida, el Rey no solo liberó a José sino que lo nombró el administrador de Egipto la figura más importante después del rey
MI Y TU CASO: cuántas veces en medio de la crisis hemos pedido ayuda a una persona, hemos confiado en un amigo un pariente, deseamos ganarnos la lotería, conseguir un empleo por amistades, con políticos, por gobiernos,depositamos nuestra confianza en personas y desechamos la ayuda principal de Dios, queremos que alguien nos resuelva o ayude ahora mismo no siendo el tiempo perfecto de Dios
sigamos creyendo, sigamos clamando, sigamos pidiendo y esperando únicamente en Dios y recordemos siempre lo que dice Santiago 1:3
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
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